domingo, 31 de octubre de 2010

Pensando a Néstor

Porque dividen a la sociedad. Porque están llenos de odios. Porque le sacan a los que queremos trabajar. Porque son peronistas. Porque quieren hacer de la Argentina una colonia venezolana y cubana. Porque hacen justicia para un solo lado. Porque se roban hasta los saludos. Porque son unos soberbios. Porque censuran a los medios. Porque no hay libertad de prensa ni de expresión. Porque hacen negocios con la pobreza. Porque manipulan a los sectores de menores recursos. Porque son muy autoritarios. Porque le quieren sacar al campo que es el único que le da de comer al pueblo argentino. Porque nos sacan a nosotros para crear mantener a los vagos estatales. Porque D’Elía es amigo suyo. Porque manipulan los datos del censo. Porque gracias a ellos cada vez hay menos inversiones en el país. Porque son los responsables de que no se pueda salir a la calle. Porque son cómplices del caos del tránsito. Porque abonan sobresueldos a los de 678. Porque son la mafia de los medicamentos. Porque tienen una valija con Antonini Wilson. Porque Florencia Kirchner tiene un mini Cooper. Porque Máximo Kirchner maneja La Cámpora. Porque son la escoria.
Porque los medios de comunicación me taladraron tanto la cabeza que me la rompieron. Ahora me dieron otra en su repuesto que es diferente, más cómoda. Que me permite opinar sin pensar previamente al enunciar palabra.



¿Por qué la muerte sacraliza? ¿Tenía que morirse para que lo asumieran como un gran líder, estadista y patriota? Los hechos críticos y extremistas llevan a la reflexión porque golpean en lo anímico. ¿Cómo le pude desear la muerte al que se murió? ¿Cómo pude ser tan inhumano? ¿Hasta dónde me dejé comer la cabeza? ¿Cómo pude querer que pase algo que hace llorar a muchas personas? ¿Habré obrado correctamente? ¿Habré hecho bien en catalogar al kircherismo como un movimiento de negros si había gente bien vestida el otro día? ¿Hará menos personas a los convocados el motivo de su calidad?


Las situaciones límites como la muerte inducen a uno a la filosofía. Lo empujan a pensar. Lo hacen reflexionar. La muerte de Néstor Kirchner sirve para despertar a la sociedad de su letargo mental. Sirve para que apague el televisor que le coloniza la cabeza, para que Clarín le deje de decir lo que tiene que pensar. Esperemos que en virtud de esta desgracia por lo menos la gente comience a pensar con su cabeza y no con la sociedad, que comience a tener voz en vez de eco, que empice a hablar y no a ser hablada, que empiece a pensar y no a ser pensada. Lo mejor que le podría pasar al país sería que a partir de ésa desgracia se muera el prejuicio. ¿Qué es el prejuicio? Ignorar. El prejuicio se basa en la ignorancia, en el desconocimiento. El surgimiento de la conciencia crítica subjetiva -pensar por uno mismo- sería la mejor manera de honrrar al pingüino.Que se muera el prejuicio y que nazca el juicio. Ésa es la verdadera victoria: el renacimiento de la conciencia crítica en la sociedad argentina.