jueves, 16 de febrero de 2012

Ecce Homo

"Cuando busco la más profunda oposición a mí, la incalculable vulgaridad del instinto, encuentro siempre a mi madre y a mi hermana, -creerme emparentado con tal canaille sería una blasfemia a mi divinidad".

"Si hay algo que objetar sobre todo contra el estar enfermo o contra el estar débil, esto es que en él se ablanda en el hombre el auténtico instinto de salud, es decir, el instinto de densa de armas"

"Su 'religión', que mejor podríamos asignar como una higiene, para no mezclarla con cosas tan dignas de lástima como lo es el cristianismo, hacía depender su eficacia de la victoria sobre el resentimiento: liberar el alma de él", sobre Buda.

"La mujer es vengativa: esto está condicionado por su debilidad".

"Dios es una respuesta burda, una falta de delicadeza contra nosotros, los pensadores-, en el fondo incluso una llana prohibición a nosotros: ¡ustedes no deben pensar!... De manera muy distinta me interesa una pregutna de la cual depende mucho más "la salvación de la humanidad" que de cualquier curiosidad de teólogos: la pregunta por la alimentación".

"El conocimiento, el decir sí a la realidad, es para el fuerte una necesidad, tal como para el débil, bajo la inspiración de la debilidad, la cobardía y la huída frente a la realidad (...) Los décadentes tienen necesidad de la mentira, ella es una de sus condiciones de conservación".

"En una transvarolación de todos los valores, en un soltarse de todos los valores morales, en un decir sí y tener confianza hacia todo lo que hasta ahora ha sido prohibido, despreciado, maldecido".

"Lo que en la portada se denomina ídolo, es simplemente lo que hasta ahora ha sido llamado verdad. Crepúsculo de los ídolos- dicho claramente: la vieja verdad se acerca a su final...".

"Cuando, dentro del organismo, el órgano no más exiguo cesa, aunque sea en medida muy pequeña, de imponer con total seguridad su autoconservación, su restitución de fuerzas, su "egoísmo", entonces el todo degenera. El fisiólogo demanda la amputación de la parte degenerada, niega toda solidaridad con lo degenerado, está lo más lejos de sentir compasión con ello. Pero el sacerdote quiere precisamente la degeneración del todo, de la humanidad: por eso conserva lo degenerador- a ese precio él la domina... ¿Qué sentido tienen aquellos conceptos-mentiras, los conceptos auxiliares de la moral, "alma", "espíritu", "voluntad libre", "Dios", sino el de arruinar fisiológicamente a la humanidad?... Cuando se distrae la seriedad de la autoconservación, del incrementos de las fuerzas del cuerpo, es decir, de la vida, cuando de la clorosis se hace un ideal, del desprecio del cuerpo se construye "la salud del alma", ¿qué otra cosa es esto más que una receta para la décadence?- La pérdida del centro de gravedad, la oposición contra los instintos naturales, en una palabra, el "altruismo"- a esto se ha llamado hasta ahora moral...".

"¡El cristianismo, esa negación de la voluntad de vida devenida religión!".

"Y quien quiera ser un creador en el bien y en el mal, ése debe ser primero un exterminador y quebrantar valores".

"Moral: La idisioncracia de decadentes, con la oculta intención de vengarse de la vida- y con éxito".