viernes, 16 de julio de 2010

Postal de los días después

Reflexiones y partes extraídas del discurso del poeta Otto Erik Neiman de la 3° Convención por los Derechos de la Comunidad Homosexual Argentina(CHA) realizada en la Municipalidad de Isidro Casanova, partido de San Justo, que a la vez integra La Matanza, que no deja de pertenecer a la Zona Oeste del Conurbarno, que no le es ajena a Buenos Aires, provincia magna de la República Argentina.

"... Toda mi vida estuve opuesto a la aplicación del matrimonio homosexual, y nunca me pensé un hijo de puta por pensarlo así. Más bien me sentía como un idealista, un defensor de los valores sociales establecidos, un intérprete de lo popular, un pensador distinto, un formador de opinión, un representante en voz de los sectores más familieros. Además, me oponía con frenética vehemencia en función de que mediante la razón llegaba a la conclusión de que este proyecto no era más que un sinónimo de la degradación de la familia, de los chicos que jugaban a la pelota, de padres e hijos conversando en la mesa, el fin del fútbol de los sábados, y, por sobre todas las cosas, el fin del peronismo: esos tipos gordos, engrasados y con olor a lavandina en la ropa -en el mejor de los casos- que, vistiendo una remera de Moyano, le pegaban sin asco al bombo. Esos tipos sin asco y esa misma ausencia de asco que se les notaba en la expresión al deglutir la grasa parrillera, y por qué no histórica, que se impregna indefectiblemente en los vacunos a la hora de cocinarlos, a la hora de hacer choripanes. Pensé que era su fin..."


"... Pero, pasado el tiempo, llegué a la instancia en la que todo lo anterior pareció haberse ido desde un principio hacia la misma nada: la introspección más profunda. Pensando y sin dejar de pensar un segundo me asumí contradicho en mi postura anterior, y, con la altura de los grandes, nobleza obliga, me reconocí equivocado. ¿Era el matrimonio homosexual causa del silencio en las comidas y no la misma televisión? ¿Afectaba la homosexualidad la deserción del fútbol de los sábado o era en realidad producto de las mamonerías cometidas por los ex jugadores en cortejo a sus posesivas novias? ¿Terminaría con el fútbol la homosexualidad, si ya existían equipos como Newell's? ¿Presenciaríamos el fin del peronismo o se adaptaría éste al entorno social y a las circunstancias contemporáneas del presente como siempre nos acostumbró? Nada de eso ocurrió. A veinte años de la aprobación del matrimonio a mi concepción ayer homosexual y hoy igualitairo, no avasalló en contra del fútbol, de la familia ni con el peronismo, sino con algo más agudamente grave: el pensamiento hermético. Me abrió la cabeza..."

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