Un romance de estación...

Cinco presidentes en una semana, y cinco amores declarados en una vacación. Increíble. Crease o no, aparte de ser increíble, es real. ¡Qué choque!


Exhibición de posibles futuras soluciones:

1- Mirar un poquito más de fútbol.

2- Escuchar y repetir de manera redundante y hasta molesta "tirate un cable a tierra".

3- Recurrir al amparo de la asistencia médica, psicológica o siquiátrica, según lo amerite.

4- Sustentarse en el olvido y despeje que propicia de la amistad del mismo sexo.

5- Cobijarse en la contención y abrigo de las amistades del sexo de opuesto signo.


Análisis y control de idoneidad de posibles futuras soluciones:


1- Es la más potable. Con las veinte horas de fútbol público que me brindan la AFA, el Estado argentino y Canal 7, estaría al alcance de la mano y de carácter inmediato. La de arena, sería que terminaría odiando visceralmente a Gustavo Kuffner y a Alejandro Apo.

2- Otra bastante pasable y estudiable. De la mano de Fito bien se podría llegar a un estado de catarsis interna, purificación mental y a una muy linda gambeta de bienestar.

3- Medicinalmente recomendable, por excelencia científica. Su no pro, su no gratuidad.

4- Admisible desde la integración del fútbol, el despeje nocturno y la risa aislada. Su parte adversa es la factible participación de todos estos tipos en cualquiera de los otros cinco problemas.

5- Única por su entendimiento de raiz, su no injerencia por interés propio y por su apoyo sin peros ni condiciones. También exclusiva, en sus rincones más negativos, por ser portadora del Síndrome de Estocolmo -donde la víctima se confunde de sobremanera la relación víctima y victimario- y también por la ocurrible situación de confusión; donde, lo único que ocurre, es un desvío del problema. Ahora en sentido distinto, pero para el mismo lado.