Con motivo en que los precios de los productos del campo para la alimentación suben con razón en que aumenta la demanda por la expansión de una población creciente, existe un conflicto entre los rentistas o terratenientes y los industriales. Debido a que los salarios de los obreros están determinados por la posibilidad de poder alimentarse, su paga debe subir cuando el precio de los alimentos sube. El resultado es que los terratenientes son los únicos que se benefician del aumento del precio. Por tanto los industriales se ponen de acuerdo en no cobrar más impuestos a las importaciones para así abastecer al mercado interno de alimentos y que baje el precio del costo de vida y por consiguiente de los salarios de los obreros.
Fuente: "Economía para principantes", Alejandro Garve. Era Naciente, 2010.
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